Del
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
Primera edición 1968
PEKIN 1976
(3a impresión 1976)
pág. 71
15 de mayo de 1938
   
Desde el Incidente de Lukouchiao, todos nuestros conciudadanos patriotas han venido sosteniendo resueltamente la Guerra de Resistencia. En el frente, oficiales y soldados derraman su sangre y entregan sus vidas. Los diversos partidos y grupos políticos se han unido de buena fe. Todos los sectores del pueblo han concertado sus esfuerzos para salvar a la nación. Esto abre un camino luminoso a la nación china y constituye una firme garantía para la victoria sobre el Japón. Todos nuestros conciudadanos deben continuar adelante por este camino. El pueblo de nuestra Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia[1] y sus fuerzas armadas, obedeciendo a la dirección del Gobierno, han venido dedicando sus esfuerzos a la causa de la salvación nacional. Todas sus acciones han sido justas e intachables. Han luchado denodadamente y sin quejarse. Así se han granjeado el elogio unánime de todo el pueblo. Por su parte, este Gobierno y este Cuartel General de Retaguardia seguirán estimulando a las masas populares de toda la Región a continuar sus esfuerzos para llevar la lucha hasta el fin. No permitirán que nadie deje de cumplir con su deber ni que nada
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perjudique la causa de la salvación nacional. Sin embargo, en los últimos tiempos, consta que en la Región Fronteriza, algunos individuos, haciendo caso omiso del interés público y valiéndose de diversos medios, fuerzan a los campesinos a devolver las tierras y los edificios que les han sido adjudicados, obligan a los antiguos deudores a pagar deudas ya anuladas[2], imponen al pueblo el cambio del sistema democrático ya instituido o sabotean las organizaciones militares, económicas, culturales y de masas, ya establecidas. Hay incluso quienes actúan como espías, se confabulan con los bandidos, incitan a nuestros soldados a amotinarse, levantan mapas de nuestra Región, reúnen secretamente informaciones o hacen abierta propaganda contra el Gobierno de la Región Fronteriza. Es obvio que todas estas actividades infringen el principio básico de unidad para la resistencia al Japón, contravienen la voluntad del pueblo de la Región Fronteriza, y tienen como propósito sembrar disensiones internas, romper el frente único, perjudicar los intereses del pueblo, desacreditar al Gobierno de la Región Fronteriza y crear dificultades adicionales a la movilización para la resistencia al Japón. El origen de todo esto está en que un puñado de recalcitrantes actúan inescrupulosamente pasando por encima de los intereses de la nación y el Estado. Otros individuos llegan incluso a servir a los invasores japoneses y, bajo diversos disfraces, se dedican a actividades conspirativas. Desde hace varios meses, la población de los diferentes distritos ha venido enviando informes en que nos pide poner freno a todo esto; son tantos los que llegan a diario que casi no alcanzamos a atenderlos todos. Con miras a robustecer las fuerzas antijaponesas, consolidar la retaguardia de la resistencia al Japón y proteger los intereses del pueblo, este Gobierno y este Cuartel General de Retaguardia se van en la necesidad de proscribir las actividades arriba mencionadas.
   
Visto lo antedicho, proclamamos en términos inequívocos:
   
1. El Gobierno de la Región Fronteriza y el Cuartel General de Retaguardia, con el objeto de proteger las conquistas del pueblo, prohiben, en las zonas bajo la jurisdicción del Gobierno de la Región Fronteriza, todo cambio no autorizado respecto a las tierras y edificios distribuidos o a las deudas anuladas antes de que se estableciera la paz interna.
   
2. El Gobierno de la Región Fronteriza y el Cuartel General de Retaguardia protegerán las actividades de todas las organizaciones militares, políticas, económicas, culturales y de masas, creadas antes de que se estableciera la paz interna y transformadas y ampliadas
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desde entonces de acuerdo con el principio de frente único nacional antijaponés, promoverán su desarrollo y pondrán coto a toda actividad de zapa contra ellas.
   
3. El Gobierno de la Región Fronteriza y el Cuartel General de Retaguardia, llevando resueltamente a la práctica el Programa de Resistencia Armada y Reconstrucción Nacional, promoverán de buen grado el desarrollo de todo lo que sea útil para la resistencia al Japón y la salvación nacional. Dan la bienvenida a cuantos deseen prestar sincera ayuda. Pero a fin de protegerse de los impostores y cerrar el paso a los malos elementos, prohiben a toda persona, sea cual fuere su actividad, entrar y permanecer en la Región Fronteriza sin el permiso y la autorización escrita de este Gobierno o de este Cuartel General de Retaguardia.
   
4. En el presente tenso período de resistencia armada, la población está autorizada a denunciar a cualquier individuo que dentro de la Región Fronteriza realice actividades de zapa, provoque desórdenes, incite a la sedición o recoja informaciones militares. Si hay pruebas concluyentes, el individuo en cuestión puede ser arrestado en el acto. Una vez confirmada su culpabilidad, será castigado con todo el rigor de la ley.
   
Estas cuatro disposiciones deben ser observadas por todos los militares y civiles de la Región Fronteriza, y no se permitirá ninguna infracción. En adelante, este Gobierno y este Cuartel General de Retaguardia actuarán según las presentes disposiciones contra todo individuo sin ley que ose conspirar y crear desórdenes, y nadie podrá alegar ignorancia.
   
Que esta proclama sea cumplida al pie de la letra.
   
* Proclama redactada por el camarada Mao Tse-tung con miras a combatir las actividades de zapa de la camarilla de Chiang Kai-shek. Recién establecida la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista, esta camarilla comenzó a intrigar contra las fuerzas revolucionarias dirigidas por el Partido Comunista. Las actividades de zapa contra la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia formaban parte de sus intrigas. El camarada Mao Tse-tung sostenía que para defender los intereses de la revolución era necesario adoptar una posición firme al respecto. La presente proclama constituyó un golpe a la posición oportunista que en el frente único antijaponés mantenían entonces algunos miembros del Partido ante las intrigas de la camarilla de Chiang Kai-shek.
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Apuntos sobre |
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[1]
Base de apoyo revolucionaria que se formó gradualmente a partir de 1931, en el curso de la guerra de guerrillas revolucionaria en el Norte de Shensí. Con la llegada del Ejército Rojo Central al cabo de la Gran Marcha, se convirtió en la base de apoyo central de la revolución y sede del Comité Central del Partido Comunista de China. Al establecerse el frente único nacional antijaponés en 1937, pasó a denominarse Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia, y abarcaba más de veinte distritos en los límites entre: las tres provincias.
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[2]
Hacia 1936 ya se había llevado a la práctica en la mayor parte de la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia la política de confiscar las tierras de los terra-
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tenientes y distribuirlas entre los campesinos, y de anular las viejas deudas de Estos. Después de 1936, con el objeto de facilitar la Formación de un amplio frente único nacional antijaponés, el Partido Comunista de China cambió, en escala nacional, su política de confiscar las tierras de los terratenientes por la de reducir los arriendos y los intereses; no obstante, protegió resueltamente las conquistas de los campesinos en la reforma agraria.
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