Del
Obras Escogidas de Mao Tsetung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
Primera edición 1977
PEKIN
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Noviembre de 1951 - marzo de 1952
La lucha contra la corrupción administrativa y el despilfarro constituye un asunto de gran importancia para todo el Partido; ya les hemos dicho a ustedes que le presten seria atención. Necesitamos una buena limpieza en todo el Partido, limpieza en la que se pongan completamente al descubierto todos los casos de corrupción administrativa, sea grande, mediana o pequeña su gravedad, dirigiendo el golpe principal contra los mayores culpables y aplicando, para con aquellos cuya culpabilidad sea mediana o pequeña, la política de educación y remodelación a fin de que no reincidan. Sólo de esta manera podremos poner fin al peligrosísimo fenómeno de la corrosión por la burguesía de gran número de militantes, superar esta situación, que ya se había previsto en la II Sesión Plenaria del VII Comité Central, y llevar a efecto la orientación adoptada en esa reunión para prevenir la corrosión. Les pedimos que tengan muy presente todo esto.
(30 de noviembre de 1951)
Es preciso prestar seria atención a la presencia de graves casos de corrupción administrativa de cuadros que han sido corroídos por la
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burguesía y esforzarse por descubrirlos, denunciarlos y castigarlos, abordando este problema como una gran lucha.
(30 de noviembre de 1951)
A la lucha contra la corrupción administrativa, el despilfarro y el burocratismo es necesario atribuir la misma importancia que a la lucha de represión a los contrarrevolucionarios; del mismo modo que en esta última lucha, en aquélla se debe movilizar a las grandes masas -- incluidos los partidos democráticos y personalidades de los diversos círculos sociales --, actuar desplegando banderas y batiendo tambores exigir que los cuadros dirigentes asuman la responsabilidad de esta tarea y se ocupen personalmente de ella y, en fin, exhortar a la confesión y la denuncia. Es preciso criticar y educar a los convictos de culpas menores, destituir, aplicar sanciones punitivas o condenar a prisión (corrección por medio del trabajo físico) a los convictos de culpas graves, e incluso fusilar a los que hayan incurrido en los peores casos de corrupción administrativa. Esta es la única manera de resolver el problema.
(8 de diciembre de 1951)
En la actualidad es sumamente necesario y oportuno que, en todas las ciudades del país, ante todo en las grandes y medianas, despleguemos en gran escala, apoyándonos en la clase obrera y uniéndonos con los burgueses que acatan las leyes y con otros habitantes urbanos, una lucha resuelta y radical contra los burgueses transgresores de las leyes, culpables de soborno, evasión de impuestos, robo de bienes del Estado, estafa en los contratos con el Estado y hurto de informaciones económicas, de modo que esta lucha se combine con la que se libra dentro del Partido, el gobierno, el ejército y las organizaciones populares contra la corrupción administrativa, el despilfarro y el burocratismo. En esta lucha, las organizaciones del Partido en las diversas ciudades
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deben hacer una disposición minuciosa de las fuerzas de clase y de las fuerzas de las masas y tener presente la táctica de explotación de las contradicciones, desintegración, unión con la mayoría y aislamiento de la minoría, formando rápidamente, en el mismo proceso, un frente único contra los "cinco males". En una ciudad grande, este frente único podrá formarse aproximadamente en tres semanas luego de que la campaña haya cobrado un desarrollo impetuoso. Una vez establecido el frente, quedarán aislados aquellos capitalistas reaccionarios que han cometido los peores crímenes y el Estado podrá castigarlos, con toda razón y sin obstáculos, con las medidas a que haya lugar: multas, confiscación de bienes, arresto, prisión o fusilamiento. Todas las grandes ciudades del país (incluidas las capitales provinciales) deben entrar en el combate contra los "cinco males" en la primera década de febrero. Sírvanse tomar sin demora las disposiciones pertinentes.
(26 de enero de 1952)
1) He aquí los principios básicos para el tratamiento a los establecimientos industriales y comerciales en la campaña contra los "cinco males": clemencia con las transgresiones del pasado y severidad con las nuevas transgresiones (por ejemplo, el pago de impuestos evadidos será, en general, retroactivo solamente al año de 1951); clemencia con la mayoría y severidad con la minoría; clemencia con los que confiesen sus delitos y severidad con los que se nieguen a hacerlo; clemencia con los establecimientos industriales y severidad con los establecimientos comerciales, y clemencia con el comercio normal y severidad con el comercio de especulación. Esperamos que los comités del Partido a todos los niveles se atengan a estos principios en el curso de la campaña.
   
2) A efectos de la campaña contra los "cinco males", hay que clasificar los establecimientos industriales y comerciales privados en las siguientes cinco categorías: los obedientes de las leyes, los obedientes de las leyes en lo fundamental, los semiobedientes o semiinfractores de las leyes, los grandes infractores y los infractores totales. En las grandes urbes, las primeras tres categorías representan más o menos el 5 por ciento y las últimas dos, el 5 por ciento aproximada-
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mente. Estos porcentajes varían en cierto grado de una gran ciudad a otra, pero no mucho en general. En cuanto a las ciudades medianas, los porcentajes son muy distintos de los anteriores.
   
3) Dentro de estas cinco categorías se cuenta a la burguesía y a los dueños de talleres artesanales independientes o de negocios familiares, que no son burguesía, pero no a los propietarios de puestos de venta. En las grandes ciudades, por el momento, se puede dejar a un lado a estos últimos; sin embargo, es conveniente dar un tratamiento adecuado al problema de los talleres artesanales independientes y negocios familiares. En las ciudades medianas, durante la campaña contra los "cinco males", es aconsejable enfrentar tanto el problema de las unidades manufactureras y comerciales independientes como el de los puestos de venta. Las unidades manufactureras y comerciales independientes, que no contratan obreros o dependientes (algunas de ellas tienen aprendices), son muy numerosas en las ciudades grandes y medianas del país. Muchas de ellas observan las leyes, mientras que muchas otras las observan en lo fundamental infringiéndolas sólo en parte (presentan pequeños problemas: evasión de impuestos en pequeño monto); pero también hay entre ellas un reducido número de semiobedientes o semiinfractoras de las leyes, valga decir, unidades que practican la evasión de impuestos en un monto bastante grande. En esta campaña contra los cinco males no sólo debemos enfrentar el problema del gran número de pequeños capitalistas y definir su situación, sino también procurar al máximo hacer otro tanto con los propietarios de las unidades manufactureras y comerciales independientes, cuyo número es más o menos igual al de los primeros. Esto favorecerá tanto a la actual campaña como a la futura construcción económica. En general, los pequeños capitalistas y los propietarios de tales unidades manufactureras y comerciales no tienen problemas graves y, en consecuencia, no es difícil definir su situación. Una vez hecho esto, nos ganaremos el apoyo de las grandes masas. Pero si alguna que otra ciudad considera más conveniente proceder primero a definir la situación de los establecimientos industriales y comerciales en general y luego la de las unidades independientes, también puede hacerlo.
   
4) De acuerdo con las circunstancias reales de las ciudades, hemos decidido reclasificar en cinco categorías, en lugar de las cuatro anteriormente fijadas, los establecimientos industriales y comerciales, esto es, dividir en dos categorías los establecimientos obedientes de las leyes -- los obedientes totales de las leyes y los obedientes en lo
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fundamental --, y mantener intactas las otras tres categorías. De los cincuenta mil establecimientos industriales y comerciales de Pekín (incluidas las unidades independientes, pero no los puestos de venta), los obedientes de las leyes representan, aproximadamente, el 10 por ciento; los obedientes en lo fundamental, el 60 por ciento; los semiobedientes o seminfractores, el 25 por ciento; los grandes infractores, el 4 por ciento, y los infractores totales, el 1 por ciento. Puede surtir gran efecto educativo el diferenciar a los obedientes totales de las leyes de los obedientes en lo fundamental, que presentan pequeños problemas, y tratar de manera diferente, dentro de estos últimos, a los que incurren en pequeñas evasiones de impuestos y a los que incurren en evasiones un poco mayores.
   
5) En algunas ciudades grandes y medianas, los comités municipales del Partido iniciaron apresuradamente la campaña contra los "cinco males" cuando se hallaban todavía muy a oscuras acerca de la situación de las diversas categorías de establecimientos industriales y comerciales, no tenían claros los conceptos tácticos para el tratamiento diferenciado de los mismos y sólo contaban con equipos de trabajo (grupos de fiscalización) de los sindicatos y del gobierno organizados y preparados chapuceramente; en consecuencia, se han producido algunas confusiones. Esperamos que esos comités del Partido presten atención a este problema y lo resuelvan rápidamente. Por otra parte, la fiscalización de los establecimientos infractores debe realizarse bajo el riguroso control de los comités municipales del Partido y de los gobiernos municipales; no se permite que ninguna institución oficial envíe personal por su cuenta para realizar este trabajo y, menos aún, que detenga a su albedrío a los capitalistas para someterlos a indagatoria en su propia sede. Además, trátese de la campaña contra los "tres males" o de la campaña contra los "cinco males", queda prohibido recurrir a la violencia física para arrancar confesiones y se exige mantener estricta vigilancia para evitar los suicidios; allí donde hayan ocurrido tales casos, se debe tomar sin demora medidas de precaución, de suerte que estas dos campañas se desarrollen sanamente por el camino correcto y culminen con éxitos del todo satisfactorios.
   
6) En ningún distrito, territorio ni cantón se desplegarán por ahora las campañas contra los "tres males" y contra los "cinco males". El Comité Central comunicará en el futuro cuándo y cómo hacerlo allí. En los pocos casos en que, a manera de prueba, se ha iniciado la campaña contra los "cinco males" en cabeceras de distrito y, en
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territorios, la campaña contra los "tres males", se las debe controlar rigurosamente, de modo que no afecten la labranza primaveral y demás actividades económicas. En cuanto a las ciudades medianas, la campaña contra los "cinco males" tampoco debe desatarse a un mismo tiempo en todas ellas, sino por grupos sucesivos y bajo estricto control.
(5 de marzo de 1952)
En la actual lucha contra los "cinco males" y después de ella, debemos alcanzar los siguientes objetivos:
   
1) Averiguar a fondo la situación de los establecimientos industriales y comerciales privados, a fin de facilitar la unidad con la burguesía y el control sobre ella, así como la implantación de la economía planificada del país. Sin un conocimiento claro de la situación, es imposible una economía planificada.
   
2) Establecer una clara línea de demarcación entre la clase obrera y la burguesía, erradicar de los sindicatos la corrupción administrativa y el burocratismo, el cual se caracteriza por su divorcio de las masas, y limpiarlos de lacayos de la burguesía. En los sindicatos de todos los lugares existen tales lacayos y existen elementos de centro, que vacilan entre el trabajo y el capital; debemos educar y ganar en la lucha a estos últimos y expulsar a los lacayos de la burguesía culpables de graves crímenes.
   
3) Reorganizar los gremios y las asociaciones de industriales y comerciantes, excluir de sus cuerpos dirigentes a los que estén provistos de las "cinco ponzoñas"[1] y a otras personas totalmente desprestigiadas, admitiendo en su reemplazo a aquellos que tengan un comportamiento más o menos bueno en la campaña contra los "cinco males". Salvo los infractores totales de las leyes, deben tener allí sus representantes los industriales y comerciantes de las demás categorías.
   
4) Ayudar a los dirigentes de la Asociación de la Construcción Nacional Democrática a reorganizar esta entidad, lo que supone la expulsión de aquellos que estén provistos de las "cinco ponzoñas" y demás elementos completamente desacreditados, así como la incorporación de cierto número de personas relativamente honestas, a fin de que aquélla llegue a ser una agrupación política capaz de representar los intereses legales de la burguesía, principalmente de la
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burguesía industrial, y de educar a la burguesía en el espíritu del Programa Común y los principios de lucha contra los "cinco males". Se tomarán medidas para disolver las sociedades secretas conformadas por capitalistas de diversos sectores, como la llamada "Festín de los Jueves"[2].
   
5) Eliminar las "cinco ponzoñas" y acabar con la especulación, haciendo que toda la burguesía obedezca las leyes y decretos del Estado y se dedique a actividades industriales y comerciales beneficiosas para la economía nacional y la vida del pueblo; desarrollar, dentro del marco trazado por el Estado, las industrias privadas (siempre que los capitalistas quieran desarrollarlas y lo hagan de conformidad con el Programa Común) y disminuir paso a paso el comercio privado; ampliar anualmente el plan estatal de pedidos de mercancías a las empresas privadas y monopolio de la venta de su producción, expandiendo así de año en año la cobertura de la planificación sobre la industria y el comercio privados; determinar de nuevo el porcentaje de utilidades del capital privado, de manera que este se halle en condiciones de lograr algún beneficio, pero sin que pueda embolsarse ganancias fabulosas.
   
6) Abolir la práctica de contabilidad doble, llevar las cuentas a la vista de todos e implantar gradualmente el sistema de supervisión de la producción y la administración por parte de los obreros y dependientes.
   
7) Recuperar la mayor parte de las pérdidas económicas del Estado y del pueblo por medio del cobro retroactivo de impuestos evadidos, de restituciones, multas y confiscaciones.
   
8) En todas las empresas privadas grandes y medianas, establecer células del Partido entre los obreros y dependientes y reforzar el trabajo del Partido.
(23 de marzo de 1952)
   
* Importantes instrucciones redactadas por el camarada Mao Tsetung en nombre del CC del PCCh.
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[1]
Se trata de cinco tipos de infracciones de las leyes por parte de los capitalistas: soborno, evasión de impuestos, robo de bienes del Estado, estafa en los contratos con el Estado y hurto de informaciones económicas.
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[2]
Sociedad secreta establecida por algunos capitalistas de Chungching que realizó una serie de actividades clandestinas y sumamente ilícitas y que fue denunciada y proscrita en la campaña contra los "cinco males".
[pág. 71]
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